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Energía a tu medida

Publicado el martes 3 de octubre, 2017

Hola amigos, es un gusto saludarlos de nuevo por medio de este blog. Tal como les prometí el mes pasado, para esta ocasión vamos a hablar de los mal afamados de la dieta alimenticia: Los carbohidratos.

Uno de los mitos más comunes sobre los que nos cuestionan en el gimnasio es si hay que eliminar los carbohidratos de la alimentación para bajar de peso. En un caso extremo donde se supriman los hidratos de carbono, es probable que el cuerpo pierda una gran cantidad de volumen. Pero mucho ojo, la mala noticia es que la piel quedará flácida al igual que el tono muscular, ya que al faltar el carbohidrato el cuerpo resuelve dichas carencias utilizando la proteína de sus propios músculos como fuente de energía. Como consecuencia, la pérdida de músculo reducirá los niveles de energía, lo cual hará sentir a la persona menos ánimo para entrenar y su rendimiento en el gimnasio bajará notablemente.

No es fortuito que muchas personas tengan ideas erróneas sobre los carbohidratos, pues este grupo alimenticio ha sido víctima de los más grandes prejuicios, al punto de que existen dietas específicas de profesionales en la nutrición y la medicina que se basan en eliminarlos por completo de la alimentación.

Sin embargo, los carbohidratos cumplen un papel muy importante en la salud de las personas. Así como las proteínas cumplen la función de ser bloques reconstructores del músculo, los carbohidratos tienen otra responsabilidad muy importante, pues son la fuente de energía de nuestro cuerpo.

Si comparamos el cuerpo humano con un edificio, la materia prima como el cemento, los ladrillos, polines de metal, entre otros, representarían las proteínas. Pero para mezclar el cemento, hacer las hileras de ladrillos una sobre otra y construir la armazón con el metal se necesita la mano de obra, papel que corresponde simbólicamente a los hidratos de carbono.

En nuestra alimentación diaria, estos últimos los encontramos en el pan, la tortilla de maíz, el arroz, la pasta, la papa, el camote, etc. Y sí, son capaces de darnos la energía para poder funcionar en nuestras actividades diarias, pero no hay que pensar que entre más carbohidratos comamos más energía tendremos, puesto que el cuerpo también tiene un límite establecido por su propia capacidad de asimilación.

¿Esto qué quiere decir? Tenemos requerimientos básicos según las actividades que comúnmente realizamos día tras día, porcentajes que se miden en calorías y que un nutricionista profesional puede calcular en el caso de cada persona. Entonces, los excesos de carbohidrato que alguien ingiera no se convertirán en energía extra para el día, sino que se convertirán en reservas en forma de grasa alrededor de los músculos. ¿Dónde se acumularán? Pues dependiendo de la genética y de otros factores personales, las áreas más comunes son el abdomen y las caderas, dando origen a las famosas «pistolas», «rollos» y toda una serie de sobrenombres que ustedes habrán oído ya.

Por otro lado, a parte de la capacidad de asimilación de cada cuerpo, existe una diferenciación entre los carbohidratos, con referencia a que unos se absorben más rápido que otros. Hay un grupo que se absorbe inmediatamente y proporciona energía más rápido que los demás, llamados carbohidratos simples, pero dura menos tiempo. Por otro lado, el otro grupo se absorbe paulatinamente, mientras que la energía es liberada poco a poco por un tiempo más prolongado y se les conoce como carbohidratos complejos.

Con esta diferenciación, y tomando en cuenta la capacidad de asimilación de cada quien, cada persona puede encontrar un equilibrio en su ingesta de carbohidratos, con miras a hacer más eficientes nuestras actividades del día y conseguir nuestras metas a mediano y largo plazo.

Cada quien debe encontrar un balance dentro de su alimentación, mismo que puede ir cambiando progresivamente dependiendo de los objetivos y con la ayuda de un profesional en la nutrición.

No hay alimentos malos, si no que unos son más adecuados que otros, así como también las cantidades. Insisto, un buen equilibrio de tu alimentación y tu entrenamiento en el gimnasio es lo que te ayudará a conseguir tus objetivos. Y nosotros estamos dispuestos a asesorarte para que te ejercites con tranquilidad mientras avanzas por el camino hacia tus metas.

Sólo poniendo atención a tu propio ritmo encontrarás tu balance.

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